- Sobre todo, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
- Te dé conforme al deseo de tu corazón
y cumpla todos tus planes. - Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
- Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas.
- Ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
- Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad:
átalas a tu cuello,
escríbelas en la tabla de tu corazón
y hallarás gracia y buena opinión
ante los ojos de Dios y de los hombres. - Cuando pases por las aguas,
yo estaré contigo;
y si por los ríos,
no te anegarán.
Cuando pases por el fuego,
no te quemarás
ni la llama arderá en ti. - Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
- Jehová, tú eres mi Dios;
te exaltaré, alabaré tu nombre,
porque has hecho maravillas;
tus consejos antiguos son verdad y firmeza. - Gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración.
- En el día que temo, yo en ti confío.
- Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
- Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
- Jesús le dijo: —Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
- Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él.
- ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
- Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
- El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
- Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.
- Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.
- Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
- Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.
- Entonces me invocaréis. Vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé.
- Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
- ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
que habiten los hermanos juntos en armonía!
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