- Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.
- Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú.
Fuera de ti, no poseo bien alguno». - Siempre tengo presente al Señor;
con él a mi derecha, nada me hará caer. - Me has dado a conocer la senda de la vida;
me llenarás de alegría en tu presencia,
y de dicha eterna a tu derecha.