Versículos de la Biblia sobre 'Anda'
- Él que anda en integridad anda seguro,
mas el que pervierte sus caminos será descubierto. - Bienaventurado todo aquel que teme al Señor,
que anda en sus caminos. - Él que anda con sabios será sabio,
mas el compañero de los necios sufrirá daño. - Él que anda en chismes revela secretos,
pero el de espíritu leal oculta las cosas. - Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar.
- El que anda en integridad y obra justicia,
que habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua,
no hace mal a su prójimo,
ni toma reproche contra su amigo. - Porque por fe andamos, no por vista.
- Vete, come tu pan con gozo,
y bebe tu vino con corazón alegre,
porque Dios ya ha aprobado tus obras. - ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la silla de los escarnecedores. - Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
- Y andaré en libertad,
porque busco tus preceptos. - Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne.
- Así dice el Señor:
Paraos en los caminos y mirad,
y preguntad por los senderos antiguos
cuál es el buen camino, y andad por él;
y hallaréis descanso para vuestras almas.
Pero dijeron: «No andaremos en él.» - No tengo mayor gozo que este: oír que mis hijos andan en la verdad.
- Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad.
- Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.
- Enséñame, oh Señor, tu camino;
andaré en tu verdad;
unifica mi corazón para que tema tu nombre. - ¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto,
los que andan en la ley del Señor! - En pos del Señor vuestro Dios andaréis y a Él temeréis; guardaréis sus mandamientos, escucharéis su voz, le serviréis y a Él os uniréis.
- Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz.
- Él reserva la prosperidad para los rectos,
es escudo para los que andan en integridad. - Enseña al niño el camino en que debe andar,
y aun cuando sea viejo no se apartará de él. - Guardarás, pues, los mandamientos del Señor tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle.
- Mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
- Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar;
te aconsejaré con mis ojos puestos en ti. - Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
- Sino que esto es lo que les mandé, diciendo: «Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y andaréis en todo camino que yo os envíe para que os vaya bien».
- Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
- Andad como libres, pero no uséis la libertad como pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Dios.
- Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.
- Por la mañana hazme oír tu misericordia,
porque en ti confío;
enséñame el camino por el que debo andar,
pues a ti elevo mi alma. - Y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
- Quien es sabio, que entienda estas cosas;
quien es prudente, que las comprenda.
Porque rectos son los caminos del Señor,
y los justos andarán por ellos;
pero los transgresores tropezarán en ellos. - Pero cuando ellos le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; porque todos le vieron y se turbaron. Pero enseguida Él habló con ellos y les dijo: ¡Tened ánimo; soy yo, no temáis!
- Si andáis en mis estatutos y guardáis mis mandamientos para ponerlos por obra, yo os daré lluvias en su tiempo, de manera que la tierra dará sus productos, y los árboles del campo darán su fruto.
- Andad en todo el camino que el Señor vuestro Dios os ha mandado, a fin de que viváis y os vaya bien, y prolonguéis vuestros días en la tierra que vais a poseer.
- Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno.
¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti,
sino solo practicar la justicia, amar la misericordia,
y andar humildemente con tu Dios? - Guarda los mandatos del Señor tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas.
- Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona.
- Yo soy el Señor vuestro Dios; andad en mis estatutos, guardad mis decretos y ponedlos por obra. Y santificad mis días de reposo; y que sean una señal entre yo y vosotros, para que sepáis que yo soy el Señor vuestro Dios.
- Pues te ordeno hoy amar al Señor tu Dios, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el Señor tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla.
- Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
- Solamente guardad cuidadosamente el mandamiento y la ley que Moisés, siervo del Señor, os mandó, de amar al Señor vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a Él y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
- Porque si en verdad enmendáis vuestros caminos y vuestras obras, si en verdad hacéis justicia entre el hombre y su prójimo, y no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni derramáis sangre inocente en este lugar, ni andáis en pos de otros dioses para vuestra propia ruina, entonces os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.
- Porque las costumbres de los pueblos son vanidad;
pues un leño del bosque es cortado,
lo trabajan las manos de un artífice con la azuela;
con plata y oro lo adornan,
con clavos y martillos lo aseguran
para que no se mueva.
Como los espantapájaros de un pepinar,
sus ídolos no hablan;
tienen que ser transportados,
porque no andan.
No les tengáis miedo,
porque no pueden hacer ningún mal,
ni tampoco hacer bien alguno.
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