Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo. | Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación. |
Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno». | Yo dije al Señor: Tú eres mi Señor; ningún bien tengo fuera de ti. |
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Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. | Confía en el Señor, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad. |
Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien? | ¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno? |
No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. | Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh Señor, me sostendrá. |
Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él? | Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? |
Bien le va al que presta con generosidad, y maneja sus negocios con justicia. | Bien le va al hombre que se apiada y presta; arreglará sus asuntos con juicio. |
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. | Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. |
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. | Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. |
Ahora bien —afirma el Señor—, vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. | Aun ahora —declara el Señor— volved a mí de todo corazón, con ayuno, llanto y lamento. |
No va bien con los necios el lenguaje refinado, ni con los gobernantes, la mentira. | No convienen al necio las palabras elocuentes; mucho menos al príncipe los labios mentirosos. |
Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte, y sin embargo Dios es uno solo. | Ahora bien, un mediador no es de una parte solamente, ya que Dios es uno solo. |
Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. | No seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. |
¡Cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, está permitido hacer el bien en sábado. | Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo. |
Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado. | El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el Señor estará seguro. |
Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. | Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. |
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. | Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. |
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. | Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. |
Cuídense de no echar a perder el fruto de nuestro trabajo; procuren más bien recibir la recompensa completa. | Tened cuidado para que no perdáis lo que hemos logrado, sino que recibáis abundante recompensa. |
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. | Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración. |
Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. | Sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. |
Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano. | Por consiguiente, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano. |
Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe. | Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe. |
Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de este crucificado. | Pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y este crucificado. |
«Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine. | Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna. |