Versículos de la Biblia sobre 'Buen'
- Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.
- Entonces discernirás justicia y juicio,
equidad y todo buen sendero. - Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios;
tu buen Espíritu me guíe a tierra firme. - Más vale el buen nombre que las muchas riquezas,
y el favor que la plata y el oro. - El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
- El principio de la sabiduría es el temor del Señor;
buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
su alabanza permanece para siempre. - Así dice el Señor:
Paraos en los caminos y mirad,
y preguntad por los senderos antiguos
cuál es el buen camino, y andad por él;
y hallaréis descanso para vuestras almas.
Pero dijeron: «No andaremos en él.» - Su señor le dijo: «Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor».
- El corazón alegre es buena medicina,
pero el espíritu quebrantado seca los huesos. - Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.
- No os dejéis engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres».
- A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.
- ¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno?
- El que halla esposa halla algo bueno
y alcanza el favor del Señor. - El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno.
- ¡Qué hermosos son sobre los montes
los pies del que trae buenas nuevas,
del que anuncia la paz,
del que trae las buenas nuevas de gozo,
del que anuncia la salvación,
y dice a Sión: Tu Dios reina! - Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos.
- Mirad cuán bueno y cuán agradable es
que los hermanos habiten juntos en armonía. - Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación.
- Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
- Dad gracias al Señor, porque Él es bueno;
porque para siempre es su misericordia. - La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime,
mas la buena palabra lo alegra. - Probad y ved que el Señor es bueno.
¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia! - Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.
- Bueno es el Señor,
una fortaleza en el día de la angustia,
y conoce a los que en Él se refugian. - Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo.
- Porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene.
- Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador,
abundante en misericordia para con todos los que te invocan. - Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.
- Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal.
- Vete, come tu pan con gozo,
y bebe tu vino con corazón alegre,
porque Dios ya ha aprobado tus obras. - Quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras.
- ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría.
- Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
- Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis;
y así sea con vosotros el Señor, Dios de los ejércitos,
tal como habéis dicho. - Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
- Sabe que así es la sabiduría para tu alma;
si la hallas, entonces habrá un futuro,
y tu esperanza no será cortada. - Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.
- Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.
- Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
- Pues
El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño.
Apártese del mal y haga el bien;
busque la paz y sígala. - Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.
- Bueno y recto es el Señor;
por tanto, Él muestra a los pecadores el camino.
Dirige a los humildes en la justicia,
y enseña a los humildes su camino. - Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir.
- Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra.
- No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.
- Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno.
¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti,
sino solo practicar la justicia, amar la misericordia,
y andar humildemente con tu Dios? - Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.
- Y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
- Sé que no hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien en su vida; además, que todo hombre que coma y beba y vea lo bueno en todo su trabajo, eso es don de Dios.
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