- El enojo del necio se conoce al instante,
mas el prudente oculta la deshonra. - Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: «Aquel sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre Él, este es el que bautiza en el Espíritu Santo».
- Encomienda al Señor tu camino,
confía en Él, que Él actuará;
hará resplandecer tu justicia como la luz,
y tu derecho como el mediodía. - Cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, es decir, el Espíritu de verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de mí.
- Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.
- Porque el que me halla, halla la vida,
y alcanza el favor del Señor. - El Señor es mi porción —dice mi alma—
por eso en Él espero. - Más vale el buen nombre que las muchas riquezas,
y el favor que la plata y el oro. - Pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de Él.
- No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
- El nombre del Señor es torre fuerte,
a ella corre el justo y está a salvo. - Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
- El impío pide prestado y no paga,
mas el justo es compasivo y da. - Y este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
- He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
- Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
- Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
- El que halla esposa halla algo bueno
y alcanza el favor del Señor. - El sabio de corazón aceptará mandatos,
mas el necio charlatán será derribado. - Abandone el impío su camino,
y el hombre inicuo sus pensamientos,
y vuélvase al Señor,
que tendrá de él compasión,
al Dios nuestro,
que será amplio en perdonar. - Él que ama el dinero no se saciará de dinero,
y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias.
También esto es vanidad. - Pon tu delicia en el Señor,
y Él te dará las peticiones de tu corazón. - El hombre perverso provoca contiendas,
y el chismoso separa a los mejores amigos. - Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella;
el mundo y los que en él habitan. - El corazón alegre es buena medicina,
pero el espíritu quebrantado seca los huesos.
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