- Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas. - Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará?
¡Es más valiosa que las piedras preciosas! - Hacia ti extiendo las manos;
me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah - Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.»
- Dios construye su excelso palacio en el cielo
y pone su cimiento en la tierra,
llama a las aguas del mar
y las derrama sobre la superficie de la tierra:
su nombre es el Señor. - Aleja de tu boca la perversidad;
aparta de tus labios las palabras corruptas. - Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras.
- Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte. - Den gracias al Señor, invoquen su nombre;
den a conocer sus obras entre las naciones. - Panal de miel son las palabras amables:
endulzan la vida y dan salud al cuerpo. - Las palabras del sabio son placenteras,
pero los labios del necio son su ruina. - Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad. - Por medio de él todas las cosas fueron creadas;
sin él, nada de lo creado llegó a existir. - Recompensa de la humildad y del temor del Señor
son las riquezas, la honra y la vida. - En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenía forma y estaba vacía, las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
- El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que esta no llega a dar fruto.
- El de sabio corazón acata las órdenes,
pero el necio y rezongón va camino al desastre. - Con regalos se abren todas las puertas
y se llega a la presencia de gente importante. - Por la palabra del Señor fueron creados los cielos,
y por el soplo de su boca, las estrellas. - Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.
- Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.
- He colocado mi arcoíris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra.
- Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
- Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras.
- Vale más la buena fama que las muchas riquezas,
y más que oro y plata, la buena reputación.
