Versículos de la Biblia sobre 'Llega'
- No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. - Pues tu gran amor se eleva hasta los cielos
y tu verdad llega hasta las nubes. - Yo soy el camino, la verdad y la vida —contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
- Con regalos se abren todas las puertas
y se llega a la presencia de gente importante. - El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
- Con el orgullo viene la deshonra;
con la humildad, la sabiduría. - Pero ahora, sin la mediación de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la Ley y los Profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción.
- ¡Levántate y resplandece que tu luz ha llegado!
¡La gloria del Señor brilla sobre ti! - Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegarán a ser uno solo.
- Jesucristo es “la piedra que desecharon ustedes los constructores y que ha llegado a ser la piedra angular”.
- Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
- De este modo, por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré descansar entre ustedes por algún tiempo.
- Hemos llegado a tener parte con Cristo, si en verdad mantenemos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.
- Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, en Dios permanece y Dios en él.
- Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio.
- En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura que dice que Jesús tenía que resucitar.
- Todo mi ser te desea por las noches;
por la mañana mi espíritu te busca.
Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra,
los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia. - Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. —¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.
- Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte.
- Pero al principio de la creación Dios “los creó hombre y mujer”. “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegarán a ser uno solo”. Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
- ¿No han leído —respondió Jesús— que en el principio el Creador “los creó hombre y mujer” y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos llegarán a ser uno solo”? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
- De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó:
«Esta sí es hueso de mis huesos
y carne de mi carne.
Se llamará “mujer”
porque del hombre fue sacada».
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y los dos llegarán a ser uno solo. - Al llegar a este punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se rasuró la cabeza y se dejó caer al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo he de partir.
El Señor ha dado; el Señor ha quitado.
¡Bendito sea el nombre del Señor!». - Y Dios el Señor dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre». Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho.
- No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el que está destinado a la destrucción. Este se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios.