DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Versículos de la Biblia sobre 'Nuestro'

  • Porque Jehová es nuestro juez,
    Jehová es nuestro legislador,
    Jehová es nuestro Rey.
    ¡Él mismo nos salvará!
  • El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
  • Dios es nuestro amparo y fortaleza,
    nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
  • Para esto él os llamó por medio de nuestro evangelio: para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
  • ¡Nuestro Dios está en los cielos;
    todo lo que quiso ha hecho!
  • ¿Quién es Dios sino sólo Jehová?
    ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
  • Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
  • Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  • Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.
  • Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová?
    ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
  • Venid, adoremos y postrémonos;
    arrodillémonos delante de Jehová, nuestro hacedor.
  • El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
  • El pueblo respondió a Josué: —A Jehová, nuestro Dios, serviremos y a su voz obedeceremos.
  • No hay santo como Jehová;
    porque no hay nadie fuera de ti
    ni refugio como el Dios nuestro.
  • Nuestro socorro está en el nombre de Jehová,
    que hizo el cielo y la tierra.
  • La hierba se seca y se marchita la flor,
    mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
  • Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
  • Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
  • Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
  • Ahora bien, Jehová, tú eres nuestro padre;
    nosotros somos el barro y tú el alfarero.
    Así que obra de tus manos somos todos nosotros.
  • Esté con nosotros Jehová, nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje.
  • La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
  • Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
  • La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
  • La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
  • Estos confían en carros, y aquellos en caballos;
    mas nosotros del nombre de Jehová, nuestro Dios, haremos memoria.
  • Y el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
  • Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.
  • Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es. Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas.
  • Sea la luz de Jehová, nuestro Dios, sobre nosotros.
    La obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
    sí, la obra de nuestras manos confirma.
  • Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
    que nos bendijo con toda bendición espiritual
    en los lugares celestiales en Cristo.
  • Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová, nuestro Dios, como él nos ha mandado.
  • Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
  • Porque así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reinará por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
  • Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
  • Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.
  • Jehová nos mandó que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová, nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días y para que nos conserve la vida, como hasta hoy.
  • Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque en Jehová, nuestro Dios, no hay injusticia ni acepción de personas ni admisión de cohecho.
  • Deje el impío su camino
    y el hombre inicuo sus pensamientos,
    y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
    al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
  • Vosotros, pues, oraréis así:
    “Padre nuestro que estás en los cielos,
    santificado sea tu nombre.
    Venga tu Reino.
    Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”
  • Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.
  • Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
  • Exhorta a los esclavos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones. Que no roben, sino que se muestren fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios, nuestro Salvador.
  • Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y un mismo parecer.
  • Luego les dijo: «Id, comed alimentos grasos, bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque éste es día consagrado a nuestro Señor. No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.»
  • Si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
  • Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
  • Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección, porque haciendo estas cosas, jamás caeréis. De esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
  • Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidamos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
  • Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.