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Versículos de la Biblia sobre 'Ojos'

Hice un pacto con mis ojos, ¿cómo podía entonces mirar a una virgen?Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer.
Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a su clamor.Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones.
Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos.Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos.
Miren tus ojos hacia adelante, y que tu mirada se fíje en lo que está frente a ti.Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti.
Levantaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra.A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida.A cambio de ti entregaré hombres; ¡a cambio de tu vida entregaré pueblos! Porque te amo y eres ante mis ojos precioso y digno de honra.
El Señor abre los ojos a los ciegos, el Señor levanta a los caídos, el Señor ama a los justos.El Señor da vista a los ciegos, el Señor sostiene a los agobiados, el Señor ama a los justos.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales.En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti.El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.»
Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal.¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal!
Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche.Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son como unas cuantas horas de la noche.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal.Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal.
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió y le ocultó de sus ojos.Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.
Pero yo pondré mis ojos en el Señor, esperaré en el Dios de mi salvación; mi Dios me oirá.Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor; yo espero en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!
Y mostraré mi grandeza y santidad, y me daré a conocer a los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy el Señor.De esta manera mostraré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante muchas naciones. Entonces sabrán que yo soy el Señor.
Cuando pones tus ojos en ella, ya no está. Porque la riqueza ciertamente se hace alas, como águila que vuela hacia los cielos.¿Acaso has podido verlas? ¡No existen! Es como si les salieran alas, pues se van volando como las águilas.
Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos.
Cuando aumentan los bienes, aumentan también los que los consumen. Así, pues, ¿cuál es la ventaja para sus dueños, sino verlos con sus ojos?Donde abundan los bienes, sobra quien se los gaste; ¿y qué saca de esto su dueño, aparte de contemplarlos?
Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones; que no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón.Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón.
Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero el Señor sondea los corazones.A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los corazones.
Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del Señor, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido.Estos flecos les ayudarán a recordar que deben cumplir con todos los mandamientos del Señor, y que no deben prostituirse ni dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos.
Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol los abatirá, ni calor alguno, pues el Cordero en medio del trono los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.Ya no sufrirán hambre ni sed. No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador. Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará toda lágrima de sus ojos.
Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «Dios, ten piedad de mí, pecador».En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”
He aquí, los ojos del Señor están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia.Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor.

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
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Versículo de la Biblia del día

Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

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Versículo de la Biblia al Azar

En todo tiempo ama el amigo,
y el hermano nace para tiempo de angustia.
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