Versículos de la Biblia sobre 'Salmo 51'
- Ten compasión de mí, oh Dios,
conforme a tu gran amor;
conforme a tu inmensa bondad,
borra mis transgresiones.
Lávame de toda mi maldad
y límpiame de mi pecado. - Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva la firmeza de mi espíritu. - El sacrificio que te agrada
es un espíritu quebrantado;
tú, oh Dios, no desprecias
al corazón quebrantado y arrepentido. - Pero Dios es mi socorro;
el Señor es quien me sostiene. - Encomienda al Señor tus afanes,
y él te sostendrá;
no permitirá que el justo caiga
y quede abatido para siempre. - Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
- Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal? - Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos,
¡tu gloria cubre toda la tierra! - Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos;
¡tu verdad llega hasta el firmamento! - Pero yo le cantaré a tu poder,
y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector,
mi refugio en momentos de angustia. - Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación. - Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector.
¡Jamás habré de caer! - Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi esperanza. - Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector
y no habré de caer. - Dios es mi salvación y mi gloria;
es la roca que me fortalece;
¡mi refugio está en Dios! - Que tú, Señor, eres todo amor;
que tú pagarás a cada uno
según lo que merezcan sus obras. - Oh Dios, tú eres mi Dios;
yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta. - Tu amor es mejor que la vida;
por eso mis labios te alabarán.
Te bendeciré mientras viva,
y alzando mis manos te invocaré. - Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba;
nos has purificado como a la plata. - Clamé a él con mi boca;
lo alabé con mi lengua. - Dios nos bendecirá,
y le temerán todos los confines de la tierra. - Canten a Dios, canten salmos a su nombre;
aclamen a quien cabalga por las estepas,
y regocíjense en su presencia.
¡Su nombre es el Señor!
Padre de los huérfanos y defensor de las viudas
es Dios en su morada santa. - Dios da un hogar a los desamparados
y libertad a los cautivos;
los rebeldes habitarán en el desierto. - Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah - Mi boca rebosa de alabanzas a tu nombre,
y todo el día proclama tu grandeza.