- Gritarán de júbilo mis labios
cuando yo te cante salmos,
pues me has salvado la vida. - ¿A quién tengo en el cielo sino a ti?
Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. - Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu,
pero Dios fortalece mi corazón;
él es mi herencia eterna. - Oh Dios y Salvador nuestro,
por la gloria de tu nombre, ayúdanos;
por tu nombre, líbranos y perdona nuestros pecados. - Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
y sálvanos. - Defiendan la causa del huérfano y del desvalido;
al pobre y al oprimido háganles justicia. - Vale más pasar un día en tus atrios
que mil fuera de ellos;
prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios
que habitar entre los impíos. - Tú, Señor, eres bueno y perdonador;
grande es tu amor por todos los que te invocan. - Instrúyeme, Señor, en tu camino
para conducirme con fidelidad.
Dame integridad de corazón
para temer tu nombre. - Desde antes que nacieran los montes
y que crearas la tierra y el mundo,
desde los tiempos antiguos
y hasta los tiempos postreros,
tú eres Dios. - Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó;
son como unas cuantas horas de la noche. - Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que nuestro corazón adquiera sabiduría. - Que el favor del Señor nuestro Dios
esté sobre nosotros.
Confirma en nosotros la obra de nuestras manos;
sí, confirma la obra de nuestras manos. - El que habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi fortaleza, el Dios en quien confío». - Pues te cubrirá con sus plumas
y bajo sus alas hallarás refugio.
¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! - No bien decía: «Mis pies resbalan»,
cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. - Cuando en mí la angustia iba en aumento,
tu consuelo llenaba mi alma de alegría. - Vengan, postrémonos reverentes,
doblemos la rodilla
ante el Señor nuestro Hacedor. - El Señor ama a los que odian el mal;
él protege la vida de sus fieles,
y los libra de manos de los impíos. - Alaba, alma mía, al Señor;
alabe todo mi ser su santo nombre. - El Señor es clemente y compasivo,
lento para la ira y grande en amor. - Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones
como lejos del oriente está el occidente. - Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos. - Pero el amor del Señor es eterno
y siempre está con los que le temen;
su justicia está con los hijos de sus hijos,
con los que cumplen su pacto
y se acuerdan de sus preceptos
para ponerlos por obra. - Cantaré al Señor toda mi vida;
cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento.
Versículo de la Biblia del día
¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!¡Alabado sea el Señor!
Versículo de la Biblia al Azar
Quien encubre su pecado jamás prospera;quien lo confiesa y lo deja halla perdón.Siguiente versículo!Con imagen