- El Señor afirma los pasos del hombre
cuando le agrada su modo de vivir. - ¿Podrá el hombre hallar un escondite
donde yo no pueda encontrarlo?
—afirma el Señor—.
¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?
—afirma el Señor—. - ¡Refúgiense en el Señor y en su fuerza,
busquen siempre su presencia! - Pon en manos del Señor todas tus obras,
y tus proyectos se cumplirán. - Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
- Este es el día en que el Señor actuó;
regocijémonos y alegrémonos en él. - Te alabaré, Señor, entre los pueblos;
te cantaré salmos entre las naciones. - Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?
- Vuélvanse a mí,
y yo me volveré a ustedes
—afirma el Señor Todopoderoso—. - No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. - Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.
- Porque el Señor ama la justicia
y no abandona a quienes le son fieles.
El Señor los protegerá para siempre,
pero acabará con la descendencia de los malvados. - El temor del Señor imparte sabiduría;
la humildad precede a la honra. - Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
- Confía en el Señor y haz el bien;
establécete en la tierra y mantente fiel. - ¿Pues quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? - En paz me acuesto y me duermo,
porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado. - La bendición del Señor trae riquezas,
y nada se gana con preocuparse. - ¡Levántate, Señor!
¡Levanta, oh Dios, tu brazo!
¡No te olvides de los indefensos! - Los justos claman, y el Señor los oye;
los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón,
y salva a los de espíritu abatido. - Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo. Lo afirma el Señor omnipotente”.
- Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.
- No bien decía: «Mis pies resbalan»,
cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. - El Señor es refugio de los oprimidos;
es su baluarte en momentos de angustia. - Dios el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió.
