Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos! | Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! |
Te exaltaré mi Dios, oh Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. | Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre. |
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¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que me temieran, y guardaran siempre todos mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre! | ¡Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien! |
Mas tú, oh Señor, reinas para siempre, tu trono permanece de generación en generación. | Pero tú, Señor, reinas por siempre; tu trono permanece eternamente. |
Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre. | Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre. |
Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. | La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. |
Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. | El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. |
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón. | Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón. |
Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo. | El justo será siempre recordado; ciertamente nunca fracasará. |
Y que el mismo Señor de paz siempre os conceda paz en todas las circunstancias. El Señor sea con todos vosotros. | Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes. |
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre. | Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. |
Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre. | Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha. |
El Señor te protegerá de todo mal; El guardará tu alma. El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. | El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. |
Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos. | Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos. |
Como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo. | Aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo. |
Dad gracias al Señor, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia. | ¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre! |
Estad siempre gozosos; orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús. | Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. |
Buscad al Señor y su fortaleza; buscad su rostro continuamente. | Recurran al Señor y a su fuerza; busquen siempre su rostro. |
«Regresa, infiel Israel» —declara el Señor—, «no te miraré con ira, porque soy misericordioso» —declara el Señor—; «no guardaré rencor para siempre.» | ¡Vuelve, apóstata Israel! No te miraré con ira —afirma el Señor—. No te guardaré rencor para siempre, porque soy misericordioso —afirma el Señor—. |
Porque el Señor ama la justicia, y no abandona a sus santos; ellos son preservados para siempre, pero la descendencia de los impíos será exterminada. | Porque el Señor ama la justicia y no abandona a quienes le son fieles. El Señor los protegerá para siempre, pero acabará con la descendencia de los malvados. |
Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén. | Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén. |
Por lo cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos. | Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos. |
El principio de la sabiduría es el temor del Señor; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre. | El principio de la sabiduría es el temor del Señor; buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos. ¡Su alabanza permanece para siempre! |
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. | Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva. |
Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. | Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano. |