- Tú me has dado también el escudo de tu salvación;
tu diestra me sostiene,
y tu benevolencia me engrandece.
Ensanchas mis pasos debajo de mí,
y mis pies no han resbalado. - Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
- Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
- Probada es toda palabra de Dios;
Él es escudo para los que en Él se refugian. - Hijo mío, presta atención a mis palabras,
inclina tu oído a mis razones;
que no se aparten de tus ojos,
guárdalas en medio de tu corazón. - Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones.
- En cuanto a Dios, su camino es perfecto;
acrisolada es la palabra del Señor;
Él es escudo a todos los que a Él se acogen. - En mi corazón he atesorado tu palabra,
para no pecar contra ti. - Pues la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado.
- La suma de tu palabra es verdad,
y cada una de tus justas ordenanzas es eterna. - Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
- Espero en el Señor; en Él espera mi alma,
y en su palabra tengo mi esperanza. - Él envió su palabra y los sanó
y los libró de la muerte. - La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma;
el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo. - Por tanto, diles: «Así dice el Señor Dios: “Ninguna de mis palabras se demorará más. Toda palabra que diga se cumplirá” » —declara el Señor Dios.
- Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, este es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto.
- Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca. - Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
- Oye, hijo mío, recibe mis palabras,
y muchos serán los años de tu vida. - Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.
- Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.
- Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
- Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.
- Del mandamiento de sus labios no me he apartado,
he atesorado las palabras de su boca más que mi comida. - Palabra fiel es esta:
Que si morimos con Él, también viviremos con Él.
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