La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido. | La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida. |
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado. | Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida. |
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Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. | Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. |
Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. | Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. |
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. | Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir. |
Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. | Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha. |
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. | El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia. |
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. | La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. |
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. | Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. |
Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. | Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. |
Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. | Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte. |
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. | En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. |
El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado. | Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto. |
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. | Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. |
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. | Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. |
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. | ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios. |
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento. | Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: «No encuentro en ellos placer alguno». |
Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. | “Puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos”. Como algunos de sus propios poetas griegos han dicho: “De él somos descendientes”. |
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. | Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. |
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? | ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida? |
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. | Y, si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes. |
No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. | No se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, con qué se vestirán. La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa. |
Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros. | En fin, hermanos, alégrense, busquen su restauración, hagan caso de mi exhortación, sean de un mismo sentir, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes. |
Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. | Escucha, hijo mío, acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán. |
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. | El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. |