- ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
- Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
- Instruye al niño en el camino correcto,
y aun en su vejez no lo abandonará. - El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley.
- El que habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi fortaleza, el Dios en quien confío». - Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
- Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre.
- Señor —dijo Felipe—, muéstranos al Padre y con eso nos basta.
- Y Dios creó al ser humano a su imagen;
lo creó a imagen de Dios.
Hombre y mujer los creó. - Voy a estar con ustedes un poco más de tiempo —afirmó Jesús—, y luego volveré al que me envió.
- Al oír esto, Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos.
- Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».
- Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.
- En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.
- Recurran al Señor y a su fuerza;
busquen siempre su rostro. - Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: —Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.
- Alaba, alma mía, al Señor;
alabe todo mi ser su santo nombre. - ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!
¡Alabado sea el Señor! - “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—.
- Si el pobre recurría a mí, yo lo ponía a salvo,
y también al huérfano si no tenía quien lo ayudara.
Me bendecían los desahuciados;
¡por mí gritaba de alegría
el corazón de las viudas! - No va bien con los necios el lenguaje refinado,
ni con los gobernantes, la mentira. - Busqué al Señor, y él me respondió;
me libró de todos mis temores. - No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.
- «Si se enojan, no pequen». No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol, ni den cabida al diablo.
- Panal de miel son las palabras amables:
endulzan la vida y dan salud al cuerpo.
Versículo de la Biblia del día
¿Quién es este Rey de la gloria?Es el Señor Todopoderoso;
¡él es el Rey de la gloria! Selah