- Dichosos todos los que temen al Señor,
los que van por sus caminos. - Bendeciré al Señor en todo tiempo;
mis labios siempre lo alabarán. - Al de carácter firme
lo guardarás en perfecta paz,
porque en ti confía. - Esta es la oración al Dios de mi vida:
que de día el Señor mande su amor,
y de noche su canto me acompañe. - Desde mi angustia clamé al Señor,
y él respondió dándome libertad. - Pero, si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
- Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú.
Fuera de ti, no poseo bien alguno». - Hagamos un examen de conciencia
y volvamos al camino del Señor. - Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros.
- Siempre tengo presente al Señor;
con él a mi derecha, nada me hará caer. - Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
- La ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo. - Así dice el Señor al reino de Israel: «Búsquenme y vivirán.»
- El sacrificio que te agrada
es un espíritu quebrantado;
tú, oh Dios, no desprecias
al corazón quebrantado y arrepentido. - El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia.
- Busquen al Señor mientras se deje encontrar,
llámenlo mientras esté cercano. - Honra al Señor con tus riquezas
y con los primeros frutos de tus cosechas. - Bien le va al que presta con generosidad,
y maneja sus negocios con justicia. - Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.
- Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.
- ¡Alaben al Señor porque él es bueno,
y su gran amor perdura para siempre! - Encomienda al Señor tus afanes,
y él te sostendrá;
no permitirá que el justo caiga
y quede abatido para siempre. - Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él.
- Cantaré al Señor toda mi vida;
cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento. - Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.
Versículo de la Biblia del día
Dios es mi salvación y mi gloria;es la roca que me fortalece;
¡mi refugio está en Dios!
Versículo de la Biblia al Azar
El gran amor del Señor nunca se acaba,y su compasión jamás se agota.
Cada mañana se renuevan sus bondades;
¡muy grande es su fidelidad!Siguiente versículo!Con imagen