DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Versículos de la Biblia sobre 'Alma'

  • Porque sacia al alma menesterosa,
    y llena de bien al alma hambrienta.
  • Porque satisfaré al alma cansada y saciaré a toda alma entristecida.
  • En Dios solamente descansa mi alma;
    de él viene mi salvación.
  • Bendice, alma mía, a Jehová,
    y bendiga todo mi ser su santo nombre.
  • En Dios solamente reposa mi alma,
    porque de él viene mi esperanza.
  • No temáis a los que matan el cuerpo pero el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
  • Esperé yo en Jehová;
    esperó mi alma,
    en su palabra he esperado.
  • Aquel cuya alma no es recta se enorgullece;
    mas el justo por su fe vivirá.
  • ¿De qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma?
  • En la multitud de mis pensamientos íntimos,
    tus consolaciones alegraban mi alma.
  • «Mi porción es Jehová; por tanto, en él esperaré», dice mi alma.
  • ¡Libra mi alma, Jehová, del labio mentiroso
    y de la lengua fraudulenta!
  • Extendí mis manos hacia ti,
    mi alma te anhela como la tierra sedienta. Selah
  • Mis labios se alegrarán
    cuando cante para ti;
    y mi alma, la cual redimiste.
  • Porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?
  • Pero si desde allí buscas a Jehová, tu Dios, lo hallarás, si lo buscas de todo tu corazón y de toda tu alma.
  • El alma generosa será prosperada:
    el que sacie a otros será también saciado.
  • Jehová redime el alma de sus siervos.
    ¡No serán condenados cuantos en él confían!
  • Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
    ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
  • “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” Éste es el principal mandamiento.
  • Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
    así clama por ti, Dios, el alma mía.
  • El que posee entendimiento ama su alma;
    el que cuida la inteligencia hallará el bien.
  • Panal de miel son los dichos suaves,
    suavidad para el alma y medicina para los huesos.
  • ¡Dios, Dios mío eres tú!
    ¡De madrugada te buscaré!
    Mi alma tiene sed de ti,
    mi carne te anhela
    en tierra seca y árida
    donde no hay aguas.
  • Alma mía, dijiste a Jehová:
    «Tú eres mi Señor;
    no hay para mí bien fuera de ti.»
  • Hazme oír por la mañana tu misericordia,
    porque en ti he confiado.
    Hazme saber el camino por donde ande,
    porque hacia ti he elevado mi alma.
  • Jesús le dijo: —“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.”
  • Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma.
  • Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es. Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas.
  • La ley de Jehová es perfecta:
    convierte el alma;
    el testimonio de Jehová es fiel:
    hace sabio al sencillo.
  • También en el camino de tus juicios,
    Jehová, te hemos esperado;
    tu nombre y tu memoria
    son el deseo de nuestra alma.
  • Jehová te guardará de todo mal,
    él guardará tu alma.
    Jehová guardará tu salida y tu entrada
    desde ahora y para siempre.
  • ¿Por qué te abates, alma mía,
    y por qué te turbas dentro de mí?
    Espera en Dios,
    porque aún he de alabarlo,
    ¡salvación mía y Dios mío!
  • La multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
  • Aquél, respondiendo, dijo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
  • La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
  • Así será para ti el conocimiento de la sabiduría:
    si la hallas tendrás recompensa
    y al fin tu esperanza no será frustrada.
  • Tú formaste mis entrañas;
    me hiciste en el vientre de mi madre.
    Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras;
    estoy maravillado
    y mi alma lo sabe muy bien.
  • Con mi alma te he deseado en la noche
    y, en tanto que me dure el espíritu dentro de mí,
    madrugaré a buscarte;
    porque luego que hay juicios tuyos en la tierra,
    los moradores del mundo aprenden justicia.
  • En gran manera me gozaré en Jehová,
    mi alma se alegrará en mi Dios,
    porque me vistió con vestiduras de salvación,
    me rodeó de manto de justicia,
    como a novio me atavió
    y como a novia adornada con sus joyas.
  • Ahora, pues, Israel, ¿qué pide de ti Jehová, tu Dios, sino que temas a Jehová, tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas a Jehová, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?
  • Y amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
  • Así dijo Jehová:
    «Paraos en los caminos, mirad
    y preguntad por las sendas antiguas,
    cuál sea el buen camino.
    Andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma.»
    Mas dijeron: «¡No andaremos!»
  • El que guarda el mandamiento guarda su vida,
    pero morirá el que menosprecia los caminos de Jehová.
  • Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés, siervo de Jehová, os ordenó: que améis a Jehová, vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, lo sigáis y lo sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
  • Yo estoy próximo a entrar hoy por el camino que recorren todos. Reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado ni una sola de todas las bendiciones que Jehová, vuestro Dios, os había dicho; todas se os han cumplido, no ha faltado ninguna de ellas.
  • Dios es el que me ayuda;
    el Señor está con los que sostienen mi vida.
  • Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.
  • El que guarda su boca guarda su vida,
    pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre.