- Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú.
Fuera de ti, no poseo bien alguno». - Confía en el Señor y haz el bien;
establécete en la tierra y mantente fiel. - Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien?
- No bien decía: «Mis pies resbalan»,
cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. - Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
- Bien le va al que presta con generosidad,
y maneja sus negocios con justicia. - Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que nuestro corazón adquiera sabiduría. - Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
- Ahora bien —afirma el Señor—,
vuélvanse a mí de todo corazón,
con ayuno, llantos y lamentos. - No va bien con los necios el lenguaje refinado,
ni con los gobernantes, la mentira. - Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte, y sin embargo Dios es uno solo.
- Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.
- ¡Cuánto más vale un hombre que una oveja! Por lo tanto, está permitido hacer el bien en sábado.
- Temer a los hombres resulta una trampa,
pero el que confía en el Señor sale bien librado. - Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
- Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
- No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
- Cuídense de no echar a perder el fruto de nuestro trabajo; procuren más bien recibir la recompensa completa.
- Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
- Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
- Por tanto, dejemos de juzgarnos unos a otros. Más bien, propónganse no poner tropiezos ni obstáculos al hermano.
- Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.
- Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de este crucificado.
- «Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine.
- ¡Aprendan a hacer el bien!
¡Busquen la justicia y reprendan al opresor!
¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!
Versículo de la Biblia del día
Temer a los hombres resulta una trampa,pero el que confía en el Señor sale bien librado.