Versículos de la Biblia sobre 'Da'
- Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.
- Todo el día codicia,
mientras el justo da y nada retiene. - El necio da rienda suelta a su ira,
pero el sabio la reprime. - El impío pide prestado y no paga,
mas el justo es compasivo y da. - El da fuerzas al fatigado,
y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor. - Porque el Señor da sabiduría,
de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia. - El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
- Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto os servirá de alimento.
- Pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da.
- La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
- La exposición de tus palabras imparte luz;
da entendimiento a los sencillos. - No a nosotros, Señor, no a nosotros,
sino a tu nombre da gloria,
por tu misericordia, por tu fidelidad. - Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.
- Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
- Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia.
- Regocíjate sobremanera, hija de Sión.
Da voces de júbilo, hija de Jerusalén.
He aquí, tu rey viene a ti,
justo y dotado de salvación,
humilde, montado en un asno,
en un pollino, hijo de asna. - Así pues, guardarás sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno hoy, a fin de que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y para que prolongues tus días sobre la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre.
- A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
- Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
- Él que testifica de estas cosas dice: Sí, vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús.
- Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
- Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios.
- El enojo del necio se conoce al instante,
mas el prudente oculta la deshonra. - En todo trabajo hay ganancia,
pero el vano hablar conduce solo a la pobreza. - El Señor Dios es mi fortaleza;
Él ha hecho mis pies como los de las ciervas,
y por las alturas me hace caminar. - Y el que suministra semilla al sembrador y pan para su alimento, suplirá y multiplicará vuestra sementera y aumentará la siega de vuestra justicia.
- Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?
- Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
- El Señor empobrece y enriquece;
humilla y también exalta. - El Señor abre los ojos a los ciegos,
el Señor levanta a los caídos,
el Señor ama a los justos. - No seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.
- Dios prepara un hogar para los solitarios;
conduce a los cautivos a prosperidad;
solo los rebeldes habitan en una tierra seca. - Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón;
el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos. - Porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene.
- La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma;
el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo. - Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
- Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo.
- ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría.
- Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace.
- Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas; porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto.
- Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando Él en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
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