Versículos de la Biblia sobre 'Honra'
- Honra al Señor con tus riquezas
y con los primeros frutos de tus cosechas. - El temor del Señor imparte sabiduría;
la humildad precede a la honra. - Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.
- El que va tras la justicia y el amor
halla vida, justicia y honra. - Reconoce debidamente a las viudas que de veras están desamparadas.
- Recompensa de la humildad y del temor del Señor
son las riquezas, la honra y la vida. - “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre” y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
- Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
- Porque eres precioso a mis ojos
y digno de honra, yo te amo.
A cambio de ti entregaré pueblos;
a cambio de tu vida entregaré naciones. - Paguen a cada uno lo que corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor.
- Honroso es al hombre evitar la contienda,
pero no hay necio que no inicie un pleito. - Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!».
- La corona del anciano son sus nietos;
el orgullo de los hijos son sus padres. - Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad.
- El altivo será humillado,
pero el de espíritu humilde será enaltecido. - Si no me hacen caso ni se deciden a honrar mi nombre —dice el Señor de los Ejércitos—, les enviaré una maldición y maldeciré sus bendiciones. Ya las he maldecido, porque ustedes no se han decidido a honrarme.
- Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.
- Tras el orgullo viene la destrucción;
y tras la humildad, el honor. - «Si dejas de profanar el sábado
y no haces lo que deseas en mi día santo;
si llamas al sábado “delicia”
y al día santo del Señor, “honorable”;
si te abstienes de profanarlo
y lo honras no haciendo negocios
ni profiriendo palabras inútiles,
entonces hallarás tu gozo en el Señor;
sobre las cumbres de la tierra te haré cabalgar
y haré que te deleites en la herencia de tu padre Jacob».
El Señor mismo lo ha dicho. - Observa el día sábado para santificarlo, tal como el Señor tu Dios te lo ha ordenado. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu burro, ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Así podrán descansar tu esclavo y tu esclava, lo mismo que tú.
- Acuérdate del día sábado para santificarlo. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo.