Versículos de la Biblia sobre 'Me'
- Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
- Busqué a Jehová, y él me oyó
y me libró de todos mis temores. - Me apresuré y no me retardé
en guardar tus mandamientos. - Me alegraré y me regocijaré en ti;
cantaré a tu nombre, Altísimo. - Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
- De cierto, de cierto os digo: El que reciba al que yo envíe, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
- En paz me acostaré y asimismo dormiré,
porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado. - Jehová es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará. - Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
porque con ellos me has vivificado. - Tú eres mi roca y mi castillo;
por tu nombre me guiarás y me encaminarás. - Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.
- Si me amáis, guardad mis mandamientos.
- El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
- Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.
- Tú eres mi refugio;
me guardarás de la angustia;
con cánticos de liberación me rodearás. Selah - En gran manera me gozaré en Jehová,
mi alma se alegrará en mi Dios,
porque me vistió con vestiduras de salvación,
me rodeó de manto de justicia,
como a novio me atavió
y como a novia adornada con sus joyas. - Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
- Así como me envió el Padre viviente y yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por mí.
- Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
tu diestra me sustentó
y tu benignidad me ha engrandecido.
Ensanchaste mis pasos debajo de mí
y mis pies no han resbalado. - Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
- Si alguno me sirve, sígame; y donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.
- Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo esté, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado, pues me has amado desde antes de la fundación del mundo.
- Jehová, el Señor, es mi fortaleza;
él me da pies como de ciervas
y me hace caminar por las alturas. - Y les dijo: —Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió, porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.
- Y el Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy.
- Entonces me invocaréis. Vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé.
- Dios es el que me ayuda;
el Señor está con los que sostienen mi vida. - Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros.
- Me he gozado en el camino de tus testimonios
más que de toda riqueza. - Jehová está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre. - Jesús les respondió y dijo: —Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
- Porque el que me halle, hallará la vida
y alcanzará el favor de Jehová. - Yo me dejé buscar por aquellos que no preguntaban por mí
y fui hallado por aquellos que no me buscaban.
Dije a gente que no invocaba mi nombre:
“¡Aquí estoy, aquí estoy!” - Cuando yo decía: «Mi pie resbala»,
tu misericordia, Jehová, me sostenía. - Con todo mi corazón te he buscado;
no me dejes desviar de tus mandamientos. - A ti, Dios de mis padres,
te doy gracias y te alabo,
porque me has dado sabiduría y fuerza,
y ahora me has revelado lo que te pedimos,
pues nos has dado a conocer el asunto del rey. - El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
y tu Ley está en medio de mi corazón. - Jehová, no apartes de mí tu misericordia;
tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. - Yo no lo conocía; pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Sobre quien veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo.”
- Y Jesús dijo:
—Todavía estaré con vosotros algún tiempo, y luego iré al que me envió. - Desde la angustia invoqué a Jah,
y me respondió Jah, poniéndome en lugar espacioso. - Hijo mío, si tu corazón es sabio,
también a mí se me alegrará el corazón. - Mas yo volveré mis ojos a Jehová,
esperaré al Dios de mi salvación;
el Dios mío me oirá. - Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme.
Has entendido desde lejos mis pensamientos. - Jesús le dijo: —Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron.
- Si me conocierais, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.
- Porque seré propicio a sus injusticias,
y nunca más me acordaré de sus pecados ni de sus maldades. - Entonces Jesús les dijo otra vez:
—¡Paz a vosotros! Como me envió el Padre, así también yo os envío. - Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
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