No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. | No te fatigues en adquirir riquezas, deja de pensar en ellas. |
Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. | Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. |
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia. | Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas; es decir, la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen; porque no hay distinción. |
El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. | El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará. |
Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado. | Por tanto, ceñid vuestro entendimiento para la acción; sed sobrios en espíritu, poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo. |
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? | Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? |
Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. | Por tanto, alentaos los unos a los otros, y edificaos el uno al otro, tal como lo estáis haciendo. |
Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos. | Así dice el Señor: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: «No andaremos en él.» |
Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. | De la misma manera, os digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. |
Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él. | Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no solo creer en Él, sino también sufrir por Él. |
De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. | De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído. |
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. | Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. |
Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera. | Bueno y recto es el Señor; por tanto, Él muestra a los pecadores el camino. Dirige a los humildes en la justicia, y enseña a los humildes su camino. |
Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. | Por tanto, aceptaos los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para gloria de Dios. |
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra. | Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra. |
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. | Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios. |
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. | Pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. |
Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. | Oh Señor Dios, por eso tú eres grande; pues no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. |
Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. | Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos alerta y seamos sobrios. |
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. | Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida. |
Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo. | Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo. |
Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. | Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo. |
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. | Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. |
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. | Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. |
Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. | Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos. |
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