Versículos de la Biblia sobre 'Señor'
- Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos; por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.
- Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.
- Yo dije al Señor: Tú eres mi Señor;
ningún bien tengo fuera de ti. - Y que el mismo Señor de paz siempre os conceda paz en todas las circunstancias. El Señor sea con todos vosotros.
- Humillaos en la presencia del Señor y Él os exaltará.
- Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
- Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien servís.
- Su señor le dijo: «Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor».
- El Señor abre los ojos a los ciegos,
el Señor levanta a los caídos,
el Señor ama a los justos. - Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!
- La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.
- Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
- No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
- Porque el Señor es nuestro juez,
el Señor es nuestro legislador,
el Señor es nuestro rey;
Él nos salvará. - La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
- Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy.
- Porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.
- La gracia del Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
- Por tanto, velad, porque no sabéis en qué día vuestro Señor viene.
- He aquí, Dios es el que me ayuda;
el Señor es el que sostiene mi alma. - Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. - Espera al Señor;
esfuérzate y aliéntese tu corazón.
Sí, espera al Señor. - Te rogamos, oh Señor: sálvanos ahora;
te rogamos, oh Señor: prospéranos ahora.
Bendito el que viene en el nombre del Señor;
desde la casa del Señor os bendecimos. - El Señor dará fuerza a su pueblo;
el Señor bendecirá a su pueblo con paz. - Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
- Por tanto, diles: «Así dice el Señor Dios: “Ninguna de mis palabras se demorará más. Toda palabra que diga se cumplirá” » —declara el Señor Dios.
- Señor, todo mi anhelo está delante de ti,
y mi suspiro no te es oculto. - Desde lo más profundo, oh Señor, he clamado a ti.
¡Señor, oye mi voz!
Estén atentos tus oídos
a la voz de mis súplicas. - Pero fiel es el Señor quien os fortalecerá y protegerá del maligno.
- Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
- Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
- Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa.
- Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
- Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
- Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
- Y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
- Y tuya es, oh Señor, la misericordia,
pues tú pagas al hombre conforme a sus obras. - Todo lo que respira alabe al Señor.
¡Aleluya! - Ciertamente el Señor Dios no hace nada
sin revelar su secreto
a sus siervos los profetas. - Pero el que se gloría, que se gloríe en el Señor. Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba.
- Él que testifica de estas cosas dice: Sí, vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús.
- Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno su nombre.
- Por el Señor son ordenados los pasos del hombre,
y el Señor se deleita en su camino. - No seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.
- Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga,
el Dios que es nuestra salvación. (Selah) - Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.
- Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
- Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz.
- El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti,
y tenga de ti misericordia;
el Señor alce sobre ti su rostro,
y te dé paz. - Pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
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