- Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
- La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello. Llevaba puesto un cinturón de cuero y se alimentaba de langostas y miel silvestre.
- En el día de la ira de nada sirve ser rico,
pero la justicia libra de la muerte. - De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
- Aleja de tu boca la perversidad;
aparta de tus labios las palabras corruptas. - ¡Lávense, límpiense!
¡Aparten de mi vista sus obras malvadas!
¡Dejen de hacer el mal! - En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.
- Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.
- La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
- No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren.
- El Señor ama a los que odian el mal;
él protege la vida de sus fieles,
y los libra de manos de los impíos. - Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
- Esta es la oración al Dios de mi vida:
que de día el Señor mande su amor,
y de noche su canto me acompañe. - ¿Quién es este Rey de la gloria?
Es el Señor Todopoderoso;
¡él es el Rey de la gloria! Selah - Pero de una cosa estoy seguro:
he de ver la bondad del Señor
en esta tierra de los vivientes. - No me he apartado de los mandamientos de sus labios;
en lo más profundo de mi ser
he atesorado las palabras de su boca. - Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
- De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.
- Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó;
son como unas cuantas horas de la noche. - Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte. - El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
- Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
- El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.
- ¡Alégrate mucho, hija de Sión!
¡Grita de alegría, hija de Jerusalén!
Mira, tu rey viene hacia ti,
justo, Salvador y humilde.
Viene montado en un asno,
en un pollino, cría de asna. - Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.