Versículos de la Biblia sobre 'Que nada te aparte de dios'
- Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas: la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia.
- Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo.
- Cuando aumentan los bienes,
aumentan también quienes los consumen.
¿Qué beneficio, pues, tendrá su dueño,
aparte de verlos con sus propios ojos? - Porque nada hay encubierto que no haya de descubrirse, ni oculto que no haya de saberse.
- Pues nada hay imposible para Dios.
- Porque nada hemos traído a este mundo y, sin duda, nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos ya satisfechos.
- Jesús le dijo: —¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?
- Acerca, pues, de los alimentos que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.
- Todas las cosas por medio de él fueron hechas,
y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. - Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
- Le respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
- Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.
- Porque nada de lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
- Y cómo nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas.
- Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
- Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
- ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra. - Respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
- ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
- Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia,
no te olvides de ella ni te apartes de las razones de mi boca. - ¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros?
- Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
- Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? - Porque yo Jehová soy tu Dios,
quien te sostiene de tu mano derecha
y te dice: “No temas, yo te ayudo.” - ¿Por qué te abates, alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios,
porque aún he de alabarlo,
¡salvación mía y Dios mío! - Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
- Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
- Toda palabra de Dios es limpia;
él es escudo para los que en él esperan. - Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.
- El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
- De nada servirán las riquezas en el día de la ira,
pero la justicia librará de muerte. - El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
- No temas, porque yo estoy contigo;
no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo;
siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. - Bienaventurados los pacificadores,
porque serán llamados hijos de Dios. - Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre. - Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado.
- Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
- ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, que son nada?
De cierto se hacen alas como de águila,
y vuelan al cielo. - Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
- Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
- Plata pura es la lengua del justo,
mas es nada el corazón de los malvados. - Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó. - Pero él dijo: —¡Antes bien, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la obedecen!
- Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo.
- No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, pues el que ama al prójimo ha cumplido la Ley.
- Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
- Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
- Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
- Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: “Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.”
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