- Aunque cambien de lugar las montañas
y se tambaleen las colinas,
no cambiará mi fiel amor por ti
ni vacilará mi pacto de paz,
—dice el Señor, que de ti se compadece—. - No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti;
toda lengua que te acuse será refutada.
Esta es la herencia de los siervos del Señor,
la justicia que de mí procede
—afirma el Señor—.
Versículo de la Biblia del día
Así que podemos decir con toda confianza:«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?»