- Busquen al Señor mientras se deje encontrar,
llámenlo mientras esté cercano. - Que abandone el malvado su camino,
y el perverso sus pensamientos.
Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios,
que es generoso para perdonar,
y de él recibirá misericordia. - Porque mis pensamientos no son los de ustedes,
ni sus caminos son los míos
—afirma el Señor—. - Mis caminos y mis pensamientos
son más altos que los de ustedes;
¡más altos que los cielos sobre la tierra! - Así es también la palabra que sale de mi boca:
No volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo deseo
y cumplirá con mis propósitos.