- Bendice, alma mía, al Señor,
y bendiga todo mi ser su santo nombre. - Compasivo y clemente es el Señor,
lento para la ira y grande en misericordia. - Como está de lejos el oriente del occidente,
así alejó de nosotros nuestras transgresiones. - Como un padre se compadece de sus hijos,
así se compadece el Señor de los que le temen. - Mas la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen,
y su justicia para los hijos de los hijos,
para los que guardan su pacto
y se acuerdan de sus preceptos para cumplirlos.
Temas relacionados
Amor
El amor es paciente...
Santidad
Por tanto, amados, teniendo...
Adoración
Oh Señor, tú eres...
Alma
Pero desde allí buscarás...
Alabanza
Oh Señor, tú eres...
Gracia
Por tanto, acerquémonos con...