- Como el ciervo anhela las corrientes de agua,
así suspira por ti, oh Dios, el alma mía. - Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente;
¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? - Un abismo llama a otro abismo a la voz de tus cascadas;
todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. - De día mandará el Señor su misericordia,
y de noche su cántico estará conmigo;
elevaré una oración al Dios de mi vida. - ¿Por qué te abates, alma mía,
y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez.
¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!
Temas relacionados
Alma
Pero desde allí buscarás...
Adoración
Oh Señor, tú eres...
Dios
El Señor tu Dios...
Deseo
Digo, pues: Andad por...
Proximidad
El Señor estará con...
Búsqueda
Me buscaréis y me...