- Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
- Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios, la instrucción sobre bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.
- Más bien, «Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe en el Señor». Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien recomienda el Señor.
- Aunque la higuera no florezca,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador! - Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
- En el principio ya existía el Verbo,
y el Verbo estaba con Dios,
y el Verbo era Dios. - En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.
- Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.
- ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
- Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
¿Cuándo podré presentarme ante Dios? - Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios.
- Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;
yo espero en el Dios de mi salvación.
¡Mi Dios me escuchará! - El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
- Toda palabra de Dios es digna de crédito;
Dios protege a los que en él buscan refugio. - ¿Quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? - Nuestro Dios está en los cielos
y puede hacer lo que le parezca. - Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
- El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian. - Pero yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto.
No conocerás a otro Dios fuera de mí,
ni a otro Salvador que no sea yo. - Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple tus votos.
- A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.
- El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian. - Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas.
- ¿Pues quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? - Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
