Versículos de la Biblia sobre 'Cuidar las cosas de dios'
- Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
 - Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.
 - Por tanto, hermanos, sabed que por medio de Él os es anunciado el perdón de los pecados; y que de todas las cosas de que no pudisteis ser justificados por la ley de Moisés, por medio de Él, todo aquel que cree es justificado.
 - Como no sabes cuál es el camino del viento,
o cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta,
tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas. - Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios; y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él.
 - Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios.
 - Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
 - Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén.
 - Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo, sosteniendo firmemente la palabra de vida.
 - Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.
 - Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed pues prudentes y de espíritu sobrio para la oración.
 - Él que anda en chismes revela secretos,
pero el de espíritu leal oculta las cosas. - Mirándolos Jesús, dijo: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.
 - Sin embargo, para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para Él; y un Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos nosotros.
 - Sino como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han entrado al corazón del hombre,
son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. - Al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
 - Jesús le dijo: «¿Cómo si tú puedes?». Todas las cosas son posibles para el que cree.
 - De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.
 - Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.
 - A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
 - Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra.
 - Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.
 - Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
 - Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.
 - No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
 - Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán concedidas.
 - Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas; porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto.
 - El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos concederá también con Él todas las cosas?
 - Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
 - La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.
 - Si alguno peca y hace cualquiera de las cosas que el Señor ha mandado que no se hagan, aunque no se dé cuenta, será culpable y llevará su castigo.
 - Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
 - Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
 - Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios.
 - Porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén. Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza; y de la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío. Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen.
 - Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios?
 - Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente;
¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? - Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
 - Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de ti proceden todas las cosas, y de lo recibido de tu mano te damos.
 - Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas.
 - Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.
 - Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
 - Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
 - ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
 - Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
 - Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
 - Y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
 - El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
 - Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
 - Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.
 
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