Versículos de la Biblia sobre 'Cuidar las cosas de dios'
- Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
- Así como no sabes por dónde va el viento
ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre,
tampoco entiendes la obra de Dios,
el Creador de todas las cosas. - El Hijo refleja el brillo de la gloria de Dios y es la fiel representación de lo que él es. Él sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
- Por sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque de él mana la vida. - Por medio de él todas las cosas fueron creadas;
sin él, nada de lo creado llegó a existir. - Porque todas las cosas proceden de él,
y existen por él y para él.
¡A él sea la gloria por siempre! Amén. - Vale más pasar un día en tus atrios
que mil fuera de ellos;
prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios
que habitar entre los malvados. - Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
- Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
- Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas.
- Si alguien resulta culpable de alguna de estas cosas, deberá reconocer que ha pecado.
- Escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.
- El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?
- Las obras de la carne se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y hechicería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, desacuerdos, sectarismos y envidia; borracheras, orgías y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
- Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir con devoción.
- Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que he dicho.
- Por lo tanto, hermanos, esfuércense más todavía por asegurarse del llamado de Dios, que fue quien los eligió. Si hacen estas cosas, no caerán jamás y se les abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
- El que da testimonio de estas cosas dice: «Sí, vengo pronto».
Amén. ¡Ven, Señor Jesús! - En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es verdadera —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él tal y como él les enseñó.
- Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo podré presentarme ante Dios? - Así que nadie los juzgue a ustedes por lo que comen, beben o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de sábado. Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo.
- Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
- Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está el santuario de Dios! Él habitará en medio de ellos y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte ni llanto, tampoco lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».
- «Vengan, pongamos las cosas en claro»,
dice el Señor.
«Aunque sus pecados sean como escarlata,
quedarán blancos como la nieve.
Aunque sean rojos como la púrpura,
quedarán como la lana.» - Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
- ¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús.
- Y, por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos.
- La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
- El que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas, y el que no come de todo no debe condenar al que lo hace, pues Dios lo ha aceptado.
- El Espíritu mismo asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
- No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
- Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios. - Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
- Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas noticias!
- Si alguien confiesa públicamente que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
- Te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
- ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
- ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
- Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.
- Y Dios creó al ser humano a su imagen;
lo creó a imagen de Dios;
hombre y mujer los creó. - Toda palabra de Dios es purificada;
Dios es escudo a los que en él buscan refugio. - Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre. - Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
- Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar.
- Les digo que así mismo se alegran los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
- Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios está cerca de ustedes”.
- Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte a su debido tiempo.
- Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.
Versículo de la Biblia del día
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.Versículo de la Biblia al Azar
¡Cuán bueno y cuán agradable esque los hermanos convivan en armonía!Siguiente versículo!Con imagen






