Versículos de la Biblia sobre 'Dinero'
- Quien ama el dinero, de dinero no se sacia.
Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente.
¡También esto es vanidad! - El dinero mal habido pronto se acaba;
quien ahorra, poco a poco se enriquece. - Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.
- Manténganse libres del amor al dinero y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca los dejaré; jamás los abandonaré».
- Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción.
- La bendición del Señor trae riquezas
que no vienen acompañadas de tristezas. - No te afanes acumulando riquezas;
no te obsesiones con ellas. - La casa y el dinero se heredan de los padres,
pero la esposa inteligente es un don del Señor. - Honra al Señor con tus riquezas
y con los primeros frutos de tus cosechas. - Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?
- Más vale tener poco, con temor del Señor,
que muchas riquezas con grandes angustias. - Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
- ¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes.
- Paguen a cada uno lo que corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor.
- Más vale adquirir sabiduría que oro;
más vale adquirir inteligencia que plata. - Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.
- A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios. Él nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos.
- Su señor respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”.
- Aleja de mí la falsedad y la mentira;
no me des pobreza ni riquezas,
sino solo el pan de cada día. - De la humanidad se espera amor fiel;
más vale ser pobre que mentiroso. - Más vale lo poco de un justo
que la abundancia de muchos malvados;
porque el brazo de los malvados será quebrado,
pero el Señor sostendrá a los justos. - El Señor tu Dios te bendecirá, como lo ha prometido, y tú podrás prestar a muchas naciones, pero no tendrás que pedir prestado de ninguna. Dominarás a muchas naciones, pero ninguna te dominará a ti.
- Vale más la buena fama que las muchas riquezas,
y la buena reputación más que la plata y el oro. - ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
Es como si les salieran alas,
pues se van volando como las águilas. - Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar.
- Además, a quien Dios concede abundancia y riquezas, también concede comer de ellas, así como tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios.
- La riqueza del rico es su baluarte
y este cree que sus muros son inalcanzables. - Ananías —le reclamó Pedro—, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres, sino a Dios!
- En el día de la ira de nada sirve ser rico,
pero la justicia libra de la muerte. - Sé lo que es vivir en la pobreza y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez.
- Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte. - Me regocijo en el camino de tus mandatos
más que en todas las riquezas. - Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.
- De ti proceden la riqueza y el honor;
tú lo gobiernas todo.
En tus manos están la fuerza y el poder;
y eres tú quien engrandece y fortalece a todos. - Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
- El Señor nos da la riqueza y la pobreza;
nos humilla, pero también nos enaltece. - Más vale tener poco con justicia
que ganar mucho con injusticia. - Aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo.
- Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía.
- Donde abundan los bienes, sobra quien se los gaste; ¿y qué saca de esto su dueño, aparte de contemplarlos?
- Los ricos son los amos de los pobres;
los deudores son esclavos de sus acreedores. - Los malvados piden prestado y no pagan,
pero los justos dan con generosidad. - El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
- El hermano de condición humilde debe sentirse orgulloso de su alta dignidad; y el rico, de su humilde condición. Porque el rico pasará como la flor del campo.
- Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,
pero al pobre no hay quien lo reprenda. - No hagan dioses de plata o de oro para adorarlos como a mí.