Versículos de la Biblia sobre 'Otro'
- De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.
- Pero yo soy el Señor tu Dios
 desde que estabas en Egipto.
 No conocerás a otro dios fuera de mí
 ni hay otro salvador que no sea yo.
- Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro o querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.
- Y yo pediré al Padre y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre.
- El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.
- Si caen, el uno levanta al otro.
 ¡Ay del que cae
 y no tiene quien lo levante!
- Un abismo llama a otro abismo
 en el rugir de tus cascadas;
 todas tus ondas y tus olas
 se han precipitado sobre mí.
- Reconozcan y consideren seriamente hoy que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra; no hay otro.
- Hay quien considera que un día tiene más importancia que otro, pero hay quien considera iguales todos los días. Cada uno debe estar firme en sus propias opiniones.
- De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
- Los cielos cuentan la gloria de Dios;
 la expansión proclama la obra de sus manos.
 Un día transmite el mensaje al otro día;
 una noche a la otra comparte sabiduría.
- En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura que dice que Jesús tenía que resucitar.
- Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento.
- Que nadie busque sus propios intereses, sino los del prójimo.
- No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo y solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio.
- ¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro? Que se mantenga firme o que caiga es asunto de su propio señor. Y se mantendrá firme, porque el Señor tiene poder para sostenerlo.
- Pero si les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
- No envíes a la guerra a ningún hombre recién casado ni le impongas ningún otro deber. Tendrá libre todo un año para atender su casa y hacer feliz a la mujer que tomó por esposa.
- Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo.
- Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes, sino a todos.
- Porque ustedes antes eran oscuridad y ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz.
- Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros y luego otro que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos, la muerte y sus dominios devolvieron los suyos; entonces cada uno fue juzgado según lo que había hecho.
- No hay más que un solo Legislador y Juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?
- Ahora, hermanos, quiero recordarles las buenas noticias que les prediqué, las mismas que recibieron y en las cuales se mantienen firmes. Mediante estas buenas noticias son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
- Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.
- Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos;
 pero cuando te lleguen los malos,
 piensa que unos y otros son obra de Dios,
 y que nadie sabe con qué habrá de encontrarse después.
- Porque los mandamientos que dicen: «No cometas adulterio», «no mates», «no robes», «no codicies», y todos los demás mandamientos, se resumen en este precepto: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
- Sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que su «sí» sea «sí», y su «no», «no», para que no sean condenados.
- Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.
- El hierro se afila con el hierro
 y el hombre en el trato con el hombre.
- Nadie es santo como el Señor;
 no hay roca como nuestro Dios.
 ¡No hay nadie como él!
- Uno solo puede ser vencido,
 pero dos pueden resistir.
 ¡La cuerda de tres hilos
 no se rompe fácilmente!
- Por eso, anímense y edifíquense unos a otros, tal como lo vienen haciendo.
- No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
- Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu y a su vez el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.
- Tengo muchos deseos de verlos para impartirles algún don espiritual que los fortalezca; mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la fe que compartimos.
Versículo de la Biblia del día
La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría!Por sobre todas las posesiones, adquiere discernimiento.
Versículo de la Biblia al Azar
¡Que todo lo que respira alabe al Señor!¡Aleluya!Siguiente versículo!Con imagen






