DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Versículos de la Biblia sobre 'PORQUE NO ME AVERGUENZO'

  • No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente y también del griego.
  • Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
  • Me apresuré y no me retardé
    en guardar tus mandamientos.
  • Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Consolador no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.
  • ¿Qué, pues? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!
  • Porque no hará nada Jehová, el Señor,
    sin revelar su secreto
    a sus siervos los profetas.
  • No hay santo como Jehová;
    porque no hay nadie fuera de ti
    ni refugio como el Dios nuestro.
  • Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
  • Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
  • Jesús decía:
    —Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
    Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
  • Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.
  • Con todo mi corazón te he buscado;
    no me dejes desviar de tus mandamientos.
  • Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
  • Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
  • En paz me acostaré y asimismo dormiré,
    porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
  • Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.
  • El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
  • Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
    porque con ellos me has vivificado.
  • Id, pues, y aprended lo que significa: “Misericordia quiero y no sacrificios”, porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
  • Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
  • ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
  • Jesús le dijo: —Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron.
  • Porque: «No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás», y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
  • Vanidad y mentira aparta de mí,
    y no me des pobreza ni riquezas,
    sino susténtame con el pan necesario.
  • Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy.
  • El que come de todo no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha recibido.
  • Yo me dejé buscar por aquellos que no preguntaban por mí
    y fui hallado por aquellos que no me buscaban.
    Dije a gente que no invocaba mi nombre:
    “¡Aquí estoy, aquí estoy!”
  • En gran manera me gozaré en Jehová,
    mi alma se alegrará en mi Dios,
    porque me vistió con vestiduras de salvación,
    me rodeó de manto de justicia,
    como a novio me atavió
    y como a novia adornada con sus joyas.
  • Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
  • Pero cuando os lleven para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os sea dado en aquella hora, eso hablad, porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
  • Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
  • Aconteció que estando ellos allí se le cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
  • Porque el que me halle, hallará la vida
    y alcanzará el favor de Jehová.
  • Si no escucháis y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros y maldeciré vuestras bendiciones; y ya las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.
  • Aunque ande en valle de sombra de muerte,
    no temeré mal alguno,
    porque tú estarás conmigo;
    tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
  • Y les dijo: —Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió, porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.
  • Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, pues es mentiroso y padre de mentira.
  • Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la Ley y por los Profetas: la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él, porque no hay diferencia.
  • El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
  • No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová,
    no te canses de que él te corrija,
    porque Jehová al que ama castiga,
    como el padre al hijo a quien quiere.
  • Porque por fe andamos, no por vista.
  • Él les dijo: —¿También vosotros estáis así, sin entendimiento? ¿No entendéis que nada de fuera que entra en el hombre lo puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina? Esto decía, declarando limpios todos los alimentos.
  • Enséñame a hacer tu voluntad,
    porque tú eres mi Dios;
    tu buen espíritu me guíe
    a tierra de rectitud.
  • Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
    tu diestra me sustentó
    y tu benignidad me ha engrandecido.
    Ensanchaste mis pasos debajo de mí
    y mis pies no han resbalado.
  • Porque las costumbres de los pueblos son vanidad:
    cortan un leño del bosque,
    luego lo labra el artífice con su cincel,
    con plata y oro lo adornan
    y con clavos y martillo lo afirman
    para que no se mueva.
    Derechos están como una palmera, pero no hablan;
    son llevados, porque no pueden andar.
    No tengáis temor de ellos,
    porque ni pueden hacer mal
    ni tienen poder para hacer bien.
  • Busqué a Jehová, y él me oyó
    y me libró de todos mis temores.
  • Porque seré propicio a sus injusticias,
    y nunca más me acordaré de sus pecados ni de sus maldades.
  • Me alegraré y me regocijaré en ti;
    cantaré a tu nombre, Altísimo.
  • Tú eres mi roca y mi castillo;
    por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
  • Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”