Versículos de la Biblia sobre 'Sal y la luz'
- Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.
- Él es quien revela lo profundo y lo escondido;
conoce lo que está en tinieblas,
y la luz mora con Él. - Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
- Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz.
- Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra,
ni su brazo los salvó,
sino tu diestra y tu brazo, y la luz de tu presencia,
porque te complaciste en ellos. - Mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
- Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz.
- No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?
- Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
- Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz.
- Porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.
- Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz
y la gloria del Señor ha amanecido sobre ti. - Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar.
- Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.
- Encomienda al Señor tu camino,
confía en Él, que Él actuará;
hará resplandecer tu justicia como la luz,
y tu derecho como el mediodía. - Por lo cual, todo lo que habéis dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que habéis susurrado en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas.
- El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es la fortaleza de mi vida;
¿de quién tendré temor? - Lámpara es a mis pies tu palabra,
y luz para mi camino. - Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.
- La exposición de tus palabras imparte luz;
da entendimiento a los sencillos. - Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que os anunciamos: Dios es luz, y en Él no hay tiniebla alguna.
- Por tanto, el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.
- El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.
- Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
- El que sigue la justicia y la lealtad
halla vida, justicia y honor. - Porque así nos lo ha mandado el Señor:
Te he puesto como luz para los gentiles,
a fin de que lleves la salvación hasta los confines de la tierra. - La recompensa de la humildad y el temor del Señor
son la riqueza, el honor y la vida. - Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo: He aquí, la virgen concebirá y dara a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.
- Pero Él dijo: Al contrario, dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan.
- Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
- Pero corra el juicio como las aguas
y la justicia como corriente inagotable. - Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
- Pongo mi arco en las nubes y será por señal del pacto entre yo y la tierra.
- Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
- Nuestro socorro está en el nombre del Señor,
que hizo los cielos y la tierra. - Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.
- Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz.
- Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona.
- Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.
- Porque el Señor da sabiduría,
de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia. - El temor del Señor es el principio de la sabiduría;
los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. - Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
- Corona de los ancianos son los hijos de los hijos,
y la gloria de los hijos son sus padres. - Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
- Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios— el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
- La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.
- El temor del Señor es aborrecer el mal.
El orgullo, la arrogancia, el mal camino
y la boca perversa, yo aborrezco. - Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por largos días. - Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro.
- Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
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