- Porque el Señor ama la justicia,
y no abandona a sus santos;
ellos son preservados para siempre,
pero la descendencia de los impíos será exterminada. - Dios es nuestro refugio y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. - Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió.
- Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo,
y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré.
Yo lo he hecho, y yo os cargaré;
yo os sostendré, y yo os libraré. - Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.
- El Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con Él. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, os abandonará.
- Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
- Pues la Escritura dice: Todo el que cree en Él no será avergonzado.
- Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.
- En ti pondrán su confianza los que conocen tu nombre,
porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan. - Los que amáis al Señor, aborreced el mal;
Él guarda las almas de sus santos;
los libra de la mano de los impíos. - Porque la palabra del Señor es recta;
y toda su obra es hecha con fidelidad. - En todo trabajo hay ganancia,
pero el vano hablar conduce solo a la pobreza. - Por tanto, diles: «Así dice el Señor Dios: “Ninguna de mis palabras se demorará más. Toda palabra que diga se cumplirá” » —declara el Señor Dios.
- Pero el que se gloría, que se gloríe en el Señor. Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba.
- Pues, ¿quién es Dios, fuera del Señor?
¿Y quién es roca, sino solo nuestro Dios? - Si digo: Mi pie ha resbalado,
tu misericordia, oh Señor, me sostendrá. - Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán,
pero mi misericordia no se apartará de ti,
y el pacto de mi paz no será quebrantado
—dice el Señor, que tiene compasión de ti. - Miren tus ojos hacia adelante,
y que tu mirada se fíje en lo que está frente a ti. - Oh Señor, escucha mi oración,
presta oído a mis súplicas,
respóndeme por tu fidelidad, por tu justicia. - Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas,
no me des pobreza ni riqueza;
dame a comer mi porción de pan. - Con sus plumas te cubre,
y bajo sus alas hallas refugio;
escudo y baluarte es su fidelidad. - Sea sobre nosotros tu misericordia, oh Señor,
según hemos esperado en ti. - Sécase la hierba, marchítase la flor,
mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. - Justo es el Señor en todos sus caminos,
y bondadoso en todos sus hechos.
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