Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido. | Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente. |
El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. | El que tarda en airarse es grande de entendimiento; el impaciente de espíritu pone de manifiesto su necedad. |
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Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor. | Pues en la mucha sabiduría hay mucho sufrimiento; y quien añade ciencia, añade dolor. |
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia. | ¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia! |
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. | El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. |
Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; Si la hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada. | Así será para ti el conocimiento de la sabiduría: si la hallas tendrás recompensa y al fin tu esperanza no será frustrada. |
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. | El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. |
Por el camino de la sabiduría te he encaminado, Y por veredas derechas te he hecho andar. | Por el camino de la sabiduría te he encaminado, por veredas derechas te he hecho andar. |
!!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! !!Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! | ¡Profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! |
El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado. | El que anda entre sabios será sabio, pero el que se junta con necios saldrá mal parado. |
Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca. | Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella ni te apartes de las razones de mi boca. |
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre. | El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; ¡su loor permanece para siempre! |
Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. | Las palabras del sabio están llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina. |
Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. | Uno hace diferencia entre día y día, mientras que otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido de lo que piensa. |
Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo. | Lucho para que sean consolados sus corazones y para que, unidos en amor, alcancen todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo. |
El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría. | El hipócrita, con la boca daña a su prójimo, pero los justos se libran con la sabiduría. |
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. | La ley de Jehová es perfecta: convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel: hace sabio al sencillo. |
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón. | Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón. |
El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega. | El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la apacigua. |
Los labios del necio traen contienda; Y su boca los azotes llama. | Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama. |
Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él. | Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra a un sabio se gozará con él. |
Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras. | ¡Volveos a mi reprensión!, pues ciertamente yo derramaré mi espíritu sobre vosotros y os haré saber mis palabras. |
El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente. | El necio, al punto da a conocer su ira, pero el prudente no hace caso de la injuria. |
Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. | Muchos serán limpios, emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá; pero los entendidos comprenderán. |
El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente. | El necio menosprecia el consejo de su padre; el prudente acepta la corrección. |