- No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.
- Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
- Y que el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, como también nosotros lo hacemos para con vosotros.
- El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
- El que sigue la justicia y la lealtad
halla vida, justicia y honor. - El odio suscita rencillas,
pero el amor cubre todas las transgresiones. - Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
- Que las misericordias del Señor jamás terminan,
pues nunca fallan sus bondades;
son nuevas cada mañana;
¡grande es tu fidelidad! - Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza.
- El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay otro mandamiento mayor que estos.
- Misericordia, paz y amor os sean multiplicados.
- Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo.
- No se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
- Amo al Señor, porque oye
mi voz y mis súplicas.
Porque a mí ha inclinado su oído;
por tanto le invocaré mientras yo viva. - Sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
- Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
- Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley.
- Pues
El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño.
Apártese del mal y haga el bien;
busque la paz y sígala. - Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
- No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza.
- El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley.
- Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen.
- Porque su ira es solo por un momento,
pero su favor es por toda una vida;
el llanto puede durar toda la noche,
pero a la mañana vendrá el grito de alegría. - ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
- En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
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El Señor tu Dios está en medio de ti,guerrero victorioso;
se gozará en ti con alegría,
en su amor guardará silencio,
se regocijará por ti con cantos de júbilo.Siguiente versículo!Con imagen