- De día mandará el Señor su misericordia,
y de noche su cántico estará conmigo;
elevaré una oración al Dios de mi vida. - Porque su ira es solo por un momento,
pero su favor es por toda una vida;
el llanto puede durar toda la noche,
pero a la mañana vendrá el grito de alegría. - Porque tu misericordia es mejor que la vida,
mis labios te alabarán.
Así te bendeciré mientras viva,
en tu nombre alzaré mis manos. - Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor.
- No odiarás a tu compatriota en tu corazón; podrás ciertamente reprender a tu prójimo, pero no incurrirás en pecado a causa de él. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor.
- Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.
- Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
- Y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
- Si digo: Mi pie ha resbalado,
tu misericordia, oh Señor, me sostendrá. - Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros.
- Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros.
- Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
- Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán,
pero mi misericordia no se apartará de ti,
y el pacto de mi paz no será quebrantado
—dice el Señor, que tiene compasión de ti. - Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.
- Porque grande, hasta los cielos, es tu misericordia,
y hasta el firmamento tu verdad. - Respondiendo él, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
- No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
- Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
- Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.
- Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.
- Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador,
abundante en misericordia para con todos los que te invocan. - Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.
- Porque toda la ley en una palabra se cumple en el precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
- En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él.
- Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete.
Temas relacionados
Vecino
El segundo es este...
Ley
Y estas palabras que...
Dios
El Señor tu Dios...
Jesús
Mirándolos Jesús, dijo: Para...
Fe
Por eso os digo...
Fiabilidad
Pero fiel es el...
Versículo de la Biblia del día
Caiga como la lluvia mi enseñanza,y destile como el rocío mi discurso,
como llovizna sobre el verde prado
y como aguacero sobre la hierba.
