Versículos de la Biblia sobre 'Confía'
- Confía en el Señor y haz el bien;
establécete en la tierra y mantente fiel. - El que atiende a la palabra prospera.
¡Dichoso el que confía en el Señor! - Temer a los hombres resulta una trampa,
pero el que confía en el Señor sale bien librado. - Al de carácter firme
lo guardarás en perfecta paz,
porque en ti confía. - Encomienda al Señor tu camino;
confía en él, y él actuará.
Hará que tu justicia resplandezca como el alba;
tu justa causa, como el sol de mediodía. - Confía en el Señor de todo corazón,
y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
y él allanará tus sendas. - El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias. - Bendito el hombre que confía en el Señor
y pone su confianza en él.
Será como un árbol plantado junto al agua,
que extiende sus raíces hacia la corriente;
no teme que llegue el calor,
y sus hojas están siempre verdes.
En época de sequía no se angustia,
y nunca deja de dar fruto. - Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. - Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
- Estos confían en sus carros de guerra,
aquellos confían en sus corceles,
pero nosotros confiamos en el nombre
del Señor nuestro Dios. - La gente chismosa revela los secretos;
la gente confiable es discreta. - Es mejor refugiarse en el Señor
que confiar en el hombre. - En paz me acuesto y me duermo,
porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado. - El Señor libra a sus siervos;
no serán condenados los que en él confían. - Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.
- Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
- Y ahora, queridos hijos, permanezcamos en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.
- Así que podemos decir con toda confianza:
«El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?» - Bueno es el Señor;
es refugio en el día de la angustia,
y protector de los que en él confían. - La ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo. - Aun cuando un ejército me asedie,
no temerá mi corazón;
aun cuando una guerra estalle contra mí,
yo mantendré la confianza. - Hemos llegado a tener parte con Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin la confianza que tuvimos al principio.
- En ti confían los que conocen tu nombre,
porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan. - Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma.