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Versículos de la Biblia sobre 'Contra'

  • Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
  • En mi corazón atesoro tus dichos
    para no pecar contra ti.
  • A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.
  • ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
  • Aun cuando un ejército me asedie,
    no temerá mi corazón;
    aun cuando una guerra estalle contra mí,
    yo mantendré la confianza.
  • Pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal,
    para borrar de la tierra su memoria.
  • Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias.
  • Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
  • Por eso digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie.
  • Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Aun si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte que se arrepiente, perdónalo.
  • «No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti;
    toda lengua que te acuse tú la refutarás.
    Esta es la herencia de los siervos del Señor,
    la justicia que de mí procede»,
    afirma el Señor.
  • Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo perdone a ustedes sus ofensas.
  • Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
    y sus oídos, atentos a sus oraciones;
    pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal.
  • De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
  • Ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra de lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos.
  • Yo te digo que tú eres Pedro. Sobre esta piedra edificaré mi iglesia y las puertas de los dominios de la muerte no prevalecerán contra ella.
  • Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo.
  • Pedro se acercó a Jesús y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete —contestó Jesús—.
  • No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el que está destinado a la destrucción. Este se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios.
  • Así dice el Señor de los Ejércitos:
    “Juzguen con verdadera justicia;
    muestren amor y compasión
    los unos por los otros.
    No opriman a las viudas ni a los huérfanos,
    ni a los extranjeros, ni a los pobres.
    No maquinen el mal en su corazón
    los unos contra los otros”.
  • Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu y a su vez el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.
  • Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
  • No alimentes en tu corazón odios contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado. No seas vengativo con tu prójimo ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
  • Uno solo puede ser vencido,
    pero dos pueden resistir.
    ¡La cuerda de tres hilos
    no se rompe fácilmente!
  • Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!
  • En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
  • Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
  • Solo el de conducta intachable,
    que practica la justicia
    y de corazón dice la verdad;
    que no calumnia con la lengua,
    que no le hace mal a su prójimo
    ni le acarrea desgracias a su vecino.
  • Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a cosas creadas antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén. Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes y recibieron sobre sí mismos el castigo que merecía su perversión. Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.
  • Tengamos en cuenta que la Ley no se ha instituido para los justos, sino para los malvados y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos. La Ley es para los que matan a sus propios padres, para los asesinos, para los inmorales y los que practican la homosexualidad, para los traficantes de esclavos, los mentirosos y los que juran con falsedad. En fin, la Ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado.
  • ¡Oh, gente adúltera! ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios.
  • Vi, además, que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es vanidad; ¡es correr tras el viento!
  • Esta luz resplandece en la oscuridad
    y la oscuridad no ha podido apagarla.
  • Encima de su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: este es jesús, el rey de los judíos.
  • Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.
  • Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.
  • Las obras de la carne se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje; idolatría y hechicería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, desacuerdos, sectarismos y envidia; borracheras, orgías y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.