- Dios el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió.
- Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva la firmeza de mi espíritu. - Porque toda casa tiene su constructor, pero el constructor de todo es Dios.
- Cantaré al Señor toda mi vida;
cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento. - El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
- Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?
- No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza. Este se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios.
- ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
- Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
- Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios.
- Cual ciervo jadeante en busca del agua,
así te busca, oh Dios, todo mi ser. - Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él.
- Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó.
- Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre. - ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan.
- Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
- Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
- La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
- Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.
- Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos.
- En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
- Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,
nuestra ayuda segura en momentos de angustia. - ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
- Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
Versículo de la Biblia del día
Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.Versículo de la Biblia al Azar
¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado!¡La gloria del Señor brilla sobre ti!Siguiente versículo!Con imagen