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Versículos de la Biblia sobre 'Hacer'

  • ¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno?
  • A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.
  • Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío;
    tu ley está dentro de mi corazón.
  • Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
  • El hacer justicia y derecho
    es más deseado por el Señor que el sacrificio.
  • Lavaos, limpiaos,
    quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos;
    cesad de hacer el mal.
  • Enséñame a hacer tu voluntad,
    porque tú eres mi Dios;
    tu buen Espíritu me guíe a tierra firme.
  • Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo.
  • Aprended a hacer el bien,
    buscad la justicia,
    reprended al opresor,
    defended al huérfano,
    abogad por la viuda.
  • A los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna.
  • Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
  • Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal.
  • El Señor está a mi favor; no temeré.
    ¿Qué puede hacerme el hombre?
  • Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra.
  • Sé que no hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien en su vida; además, que todo hombre que coma y beba y vea lo bueno en todo su trabajo, eso es don de Dios.
  • Porque las costumbres de los pueblos son vanidad;
    pues un leño del bosque es cortado,
    lo trabajan las manos de un artífice con la azuela;
    con plata y oro lo adornan,
    con clavos y martillos lo aseguran
    para que no se mueva.
    Como los espantapájaros de un pepinar,
    sus ídolos no hablan;
    tienen que ser transportados,
    porque no andan.
    No les tengáis miedo,
    porque no pueden hacer ningún mal,
    ni tampoco hacer bien alguno.
  • De manera que decimos confiadamente:
    El Señor es el que me ayuda; no temeré.
    ¿Qué podrá hacerme el hombre?
  • Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros, a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
  • Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.
  • Cuando un hombre es recién casado, no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa por un año para hacer feliz a la mujer que ha tomado.
  • Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
  • No niegues el bien a quien se le debe,
    cuando esté en tu mano el hacerlo.
  • Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
  • Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
  • Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección de parte de Dios; porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis; pues de esta manera os será concedida ampliamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
  • Lo que es deseable en un hombre es su bondad,
    y es mejor ser pobre que mentiroso.
  • Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
  • Lazo es para el hombre decir a la ligera: Es santo,
    y después de los votos investigar.
  • También esto procede del Señor de los ejércitos,
    que ha hecho maravilloso su consejo y grande su sabiduría.
  • Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
  • Andad como libres, pero no uséis la libertad como pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Dios.
  • Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente.
  • Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno.
    ¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti,
    sino solo practicar la justicia, amar la misericordia,
    y andar humildemente con tu Dios?
  • Nuestro Dios está en los cielos;
    Él hace lo que le place.
  • Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando Él en nosotros lo que es agradable delante de Él mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  • Si por causa del día de reposo apartas tu pie
    para no hacer lo que te plazca en mi día santo,
    y llamas al día de reposo delicia, al día santo del Señor, honorable,
    y lo honras, no siguiendo tus caminos,
    ni buscando tu placer,
    ni hablando de tus propios asuntos,
    entonces te deleitarás en el Señor,
    y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra,
    y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob;
    porque la boca del Señor ha hablado.
  • Si alguno peca y hace cualquiera de las cosas que el Señor ha mandado que no se hagan, aunque no se dé cuenta, será culpable y llevará su castigo.
  • Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo.
  • Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
  • No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que estos?
    Pues no es sabio que preguntes sobre esto.
  • Quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras.
  • Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
  • Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.
  • Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?
  • Porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.
  • De ti proceden la riqueza y el honor; tú reinas sobre todo y en tu mano están el poder y la fortaleza, y en tu mano está engrandecer y fortalecer a todos.
  • Porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén. Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza; y de la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío. Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen.
  • Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.
  • Porque así dice el Alto y Sublime
    que vive para siempre, cuyo nombre es Santo:
    Habito en lo alto y santo,
    y también con el contrito y humilde de espíritu,
    para vivificar el espíritu de los humildes
    y para vivificar el corazón de los contritos.
  • Mas Pedro dijo: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del terreno? Mientras estaba sin venderse, ¿no te pertenecía? Y después de vendida, ¿no estaba bajo tu poder? ¿Por qué concebiste este asunto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino a Dios.