- Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.
- Porque solo un instante dura su enojo,
pero toda una vida su bondad.
Si por la noche hay llanto,
por la mañana habrá gritos de alegría. - La justicia enaltece a una nación,
pero el pecado deshonra a todos los pueblos. - La casa y el dinero se heredan de los padres,
pero la esposa inteligente es un don del Señor. - Pero tú, Señor, reinas por siempre;
tu trono permanece eternamente. - El necio muestra en seguida su enojo,
pero el prudente pasa por alto el insulto. - Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
- El que ama la disciplina ama el conocimiento,
pero el que la aborrece es un necio. - Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
- Todo esfuerzo tiene su recompensa,
pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza. - El que refrena su lengua protege su vida,
pero el ligero de labios provoca su ruina. - Pero yo le cantaré a tu poder,
y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector,
mi refugio en momentos de angustia. - Pero el Señor cuida de los que le temen,
de los que esperan en su gran amor. - El orgullo solo genera contiendas,
pero la sabiduría está con quienes oyen consejos. - Temer a los hombres resulta una trampa,
pero el que confía en el Señor sale bien librado. - El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.
- Pero, si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás.
- Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento.
- Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.»
- La angustia abate el corazón del hombre,
pero una palabra amable lo alegra. - Con la boca el impío destruye a su prójimo,
pero los justos se libran por el conocimiento. - Pero, en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo.
- El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios.
- La memoria de los justos es una bendición,
pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. - El corazón humano genera muchos proyectos,
pero al final prevalecen los designios del Señor.