- ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
- Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
- Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios.
- Cual ciervo jadeante en busca del agua,
así te busca, oh Dios, todo mi ser. - Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él.
- Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó.
- Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre. - ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan.
- Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
- Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.
- La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
- Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.
- Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos.
- En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
- Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,
nuestra ayuda segura en momentos de angustia. - Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
- ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
- Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie.
- Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que escogió por su heredad. - El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
- Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo.
- Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad. - En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios: todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano es de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús no es de Dios, sino del anticristo. Ustedes han oído que este viene; en efecto, ya está en el mundo.
Versículo de la Biblia del día
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.Versículo de la Biblia al Azar
¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!¡Alabado sea el Señor!Siguiente versículo!Con imagen