- Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada.
- Y Él respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.
- Pero Él dijo: Al contrario, dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan.
- Porque ninguna cosa será imposible para Dios.
- No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
- Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
- Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan.
- Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir.
- Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.
- Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes.
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