- Pon en manos del Señor todas tus obras,
y tus proyectos se cumplirán. - El Señor afirma los pasos del hombre
cuando le agrada su modo de vivir. - Señor, líbrame de los labios mentirosos
y de las lenguas embusteras. - Hagamos un examen de conciencia
y volvamos al camino del Señor. - Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. - ¿Quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? - Practicar la justicia y el derecho
lo prefiere el Señor a los sacrificios. - Los justos claman, y el Señor los oye;
los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón,
y salva a los de espíritu abatido. - Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor,
ni te ofendas por sus reprensiones.
Porque el Señor disciplina a los que ama,
como corrige un padre a su hijo querido. - Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo. Lo afirma el Señor omnipotente”.
- Grande es el Señor, y digno de toda alabanza;
su grandeza es insondable. - Honra al Señor con tus riquezas
y con los primeros frutos de tus cosechas. - Dichosos los que van por caminos perfectos,
los que andan conforme a la ley del Señor. - No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. - ¡Alaben al Señor porque él es bueno,
y su gran amor perdura para siempre! - La palabra del Señor es justa;
fieles son todas sus obras. - Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
creador del cielo y de la tierra. - El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus obras. - En verdad, quien me encuentra halla la vida
y recibe el favor del Señor. - Den gracias al Señor, invoquen su nombre;
den a conocer sus obras entre las naciones. - Por eso, teman al Señor y tengan cuidado con lo que hacen, porque el Señor nuestro Dios no admite la injusticia ni la parcialidad ni el soborno.
- Muchas son las angustias del justo,
pero el Señor lo librará de todas ellas. - Deléitate en el Señor,
y él te concederá los deseos de tu corazón. - Bendeciré al Señor en todo tiempo;
mis labios siempre lo alabarán. - El corazón del hombre traza su rumbo,
pero sus pasos los dirige el Señor.